viernes, 24 de enero de 2014

Thank you for loving me "CANCION"

BENEMERITA UNIVERSIDAD AUTONOMA DE PUEBLA
Preparatoria. Enrique Cabrera Barroso Urbana
Asignatura: Informática I
Profesora: L.C. Gloria Pérez Madrid
Grado. 1°       Grupo: A1-3
Nombre de la alumna: Nayeli Esquivel Bonilla
Ciclo Escolar 2013-2014




sábado, 16 de noviembre de 2013

ENSAYO - EVITAR LAS ADICCIONES EN LOS JOVENES



BENEMERITA UNIVERSIDAD AUTONOMA DE PUEBLA
Preparatoria. Enrique Cabrera Barroso Urbana
Asignatura: Informática I
Titulo: Evitar las adicciones en los jóvenes
Profesora: L.C. Gloria Pérez Madrid
Grado. 1°       Grupo: A1-3
Nombre de la alumna: Nayeli Esquivel Bonilla
Ciclo Escolar 2013-2014




El tema a tratar es, básicamente la prevención de la adicción no sólo a drogas ilegales, sino también a las denominadas drogas sociales, cuyo uso se encuentra culturalmente aceptado, entre ellas el alcohol y el tabaco, pero específicamente orientada esta estrategia hacia el grupo de riesgo más vulnerable, que se encuentra representado por los adolescentes, desde los más jóvenes, hasta los que prácticamente están rayando la adultez.
Deberá también incluirse en esta enunciación las designadas drogas intermedias, que si bien son recetadas y supervisada su administración por profesionales de la salud; ello no implica que no creen adicción en los pacientes que las consumen, de modo que las estrategias de prevención deben incorporarlas en sus campañas.
Si bien resultan loables los esfuerzos que se hacen a través de grandes campañas de difusión, dirigidas, generalmente, desde organismos estatales hacia la población; las mismas, precisamente por su generalidad, resultan hasta inocuas, invirtiéndose en consecuencia los fines que inicialmente perseguían.
Es usual que se mencionen las denominadas drogas ilegales, omitiéndose las drogas sociales, incluso las intermedias, lo que podría interpretarse como cuestiones menores el tratado del uso indebido, en el sentido de abuso, de las señaladas.
La sociedad actual, en todas las latitudes fomenta el desmembramiento familiar, el consumismo desenfrenado e insustancial, tratando de crear la desorganización social generando una crisis de valores, situación que propicia y fomenta distintas adicciones.
Para lograr una vida sin adicciones la prevención es una labor prioritaria.


Adicciones ¿Cómo prevenir?

Antes que nada es importante conocer los factores que llevan a los jóvenes a drogarse:
  • Curiosidad
  • Deseo de pertenencia
  • Evitar la realidad
  • Como una forma de ocupar el tiempo

¿Qué puedo hacer?
A pesar de lo complicado que pudiera parecer, existen maneras de prevenir este grave problema que está afectando a muchas familias y a comunidades enteras.
Primera: informarse ampliamente sobre las drogas, sus efectos y sobre las de mayor consumo en su comunidad.
Segunda: si usted está consumiendo alguna de las drogas mencionadas, absténgase de hacerlo y solicite ayuda. En el caso de algunas drogas prescritas por su médico (tranquilizantes), pregunte sus efectos, sus riesgos y durante cuánto tiempo las va a consumir.
Tercera: involúcrese en los grupos y actividades preventivas que haya en su comunidad, y si estos no existen, proponga su creación en las escuelas, iglesias y hospitales o en las juntas de vecinos.
Cuarta : como las actividades de prevención también deben ofrecer alternativas saludables al consumo de drogas y alcohol, comprométase en las luchas comunitarias por la creación y preservación de zonas verdes destinadas a la recreación de las familias, así como a la formación de grupos que fomentan las actividades ecológicas y las de servicio a los demás.
Quinta: fortalezca su vida Espiritual y la de los suyos, de los modos y maneras que usted conozca y prefiera.
Sexta: Empiece las actividades preventivas con los de su propia casa.
¿Qué son las drogas?
Son aquellas sustancias cuyo consumo puede producir dependencia, estimulación o depresión del sistema nervioso central, o que dan como resultado un trastorno en la función del juicio, del comportamiento o del ánimo de la persona.
Es toda sustancia capaz de alterar el organismo y su acción psíquica la ejerce sobre la conducta, la percepción y la conciencia. La dependencia de la droga es el consumo excesivo, persistente y periódico de toda sustancia tóxica.
El término drogas visto desde un punto de vista estrictamente científico es principio activo, materia prima. En ese sentido droga puede compararse formalmente dentro de la farmacología y dentro de la medicina con un fármaco, es decir que droga y fármaco pueden utilizarse como sinónimos. Los fármacos son un producto químico empleado en el tratamiento o prevención de enfermedades. Los fármacos pueden elaborarse a partir de plantas, minerales, animales, o mediante síntesis.
Existe una segunda concepción que es de carácter social, según ésta las drogas son sustancias prohibidas, nocivas para la salud, de las cuales se abusan y que en alguna forma traen un perjuicio individual y social.
Luego nos queda el problema dónde actúan estas sustancias, ya que todas estas drogas tienen un elemento básico en el organismo que es el sistema nervioso central el cual es la estructura más delicada y el más importante que tiene el ser humano, y si estas sustancias actúan sobre esas estructuras dañándolas, perjudicándolas, indudablemente que van constituir un elemento grave y peligroso para la colectividad; para la salud individual y lógicamente para la salud pública.
Drogas Según Su Grado De Dependencia
Las Drogas "Duras", son aquellas que provocan una dependencia física y psicosocial, es decir, que alteran el comportamiento Psíquico y social del adicto, como el opio y sus derivados, el alcohol, las
anfetaminas y los barbitúricos.
Las Drogas "Blandas", son las que crean únicamente una dependencia psicosocial, entre las que se encuentran los derivados del cáñamo, como el hachís o la marihuana, la cocaína, el ácido lisérgico, más conocido como LSD, así como también el tabaco.
Esta división de duras y blandas, es cuestionada, y se podría decir que las duras son malas y las blandas son buenas o menos malas, pero administradas en mismas dosis pueden tener los mismos efectos nocivos.
La Dependencia es el estado del individuo mediante el cual crea y mantiene constantemente un deseo de ingerir alguna substancia. Si este deseo se mantiene por mecanismos metabólicos y su falta crea un síndrome de abstinencia, se denomina dependencia física. Si la dependencia se mantiene por mecanismos psicosociales, suele definirse como dependencia psíquica o psicosocial.
Las drogas se dividen en narcóticos, como el opio y sus derivados la morfina, la codeína y heroína; estimulantes, como el café, las anfetaminas, el crack y la cocaína, y alucinógenos, como el LSD, la mezcalina, el peyote, los hongos psilocibios y los derivados del cáñamo, como el hachís.
¿Cómo saber que se tiene una adicción?
Cuando la persona hace algo que le produce satisfacción momentáneamente sin ser capaz de controlarla y esto le afecta negativamente en su calidad de vida, es cuando decimos que tiene una adicción.
Las adicciones más comunes en los adolescentes
Se puede ser adicto a muchas cosas, pero los adolescentes por la influencia de la sociedad, la publicidad y los medios de comunicación están más expuestos hoy en día a adquirir adicciones al deporte, al culto al cuerpo, a los videojuegos, a la tecnología, al sexo, a la pornografía, a las relaciones de codependencia, a la comida rápida y por supuesto al tabaco, a las drogas y al alcohol.

¿Quiénes son más propensos a caer en alguna adicción?
Los chicos que buscan huir de su realidad y se sienten aliviados o confortados al recibir dicho estímulo. Generalmente son aquellos con problemas de autoestima, aquellos a los que se les dificulta relacionarse y se sienten realmente solos. Quienes viven en constante estrés o con sentimientos fuertes de angustia, quienes tienen baja tolerancia a la frustración o les cuesta trabajo lidiar con sus propios sentimientos y emociones, quienes tienden a huir de los conflictos en lugar de afrontarlos.

Los chicos con un carácter muy impulsivo e irreflexivo, quienes actúan con rebeldía ante su situación personal o buscan vengar se de sus padres y buscan hacerlos sufrir, castigarlos o simplemente llamar su atención porque se sienten abandonados o poco importantes para sus padres. Quienes se dejan influenciar fácilmente o desean imperiosamente pertenecer a un grupo, quienes sienten un aburrimiento constante en la vida, lo tienen todo o han perdido su sentido de vida.


Como padres podemos hacer mucho para evitarlo
Nuestros hijos pueden estar dentro de alguno de los puntos antes mencionados, sin embargo, si nosotros nos ponemos las pilas como padres y empezamos a buscar una buena comunicación con ellos, los acogemos realmente, nos empezamos a involucrar en sus gustos y actividades, sin invadir su privacidad y nos acercamos a ellos para apoyarlos y alentarlos en lugar de desacreditarlos continuamente, si poco a poco recuperamos su confianza y respetamos y reconocemos su individualidad, teniendo en cuenta que parte de la adolescencia es precisamente buscar esa separación de los padres para definirse como individuo, podremos contrarrestar la influencia negativa que el mundo exterior les produce, evitando así que se vuelvan adictos, aun cuando hayan estado expuestos.


La importancia de los límites para prevenir las adicciones
Recordemos algo muy importante, el adolescente necesita límites, así que no temamos ponérselos, él mismo lo pedirá a través de sus conductas indeseables. Poner límites es decirle a través de “te quiero, me importas mucho y por eso no te lo permito”, aunque poner límites no significa gritarle, insultarlo, humillarlo, ni estar en constante pleito con ellos, es dialogar, llegar a acuerdos, establecer previamente consecuencias y ser firmes para que las cumpla, pero siempre con amor y respetando su dignidad de persona, haciéndole saber que lo indeseable fue su conducta. En la medida que el adolescente se vaya auto regulando y adquiera mayor responsabilidad podremos ir soltándolo.

Escúchalos, sobre todo si te confiesan algo importante
No olvidemos que la clave de una buena comunicación, y por tanto de una buena relación con nuestros hijos adolescentes, es saber escucharlos, sin juzgarlos, ni sermonearlos, así nos hayan confesado algo con lo que no estamos de acuerdo. Al contrario de que nos pongan los pelos de punta, debemos mantenernos serenos y preguntarles qué piensan ellos al respecto, cómo se sienten, qué quisieran que nosotros como padres hiciéramos, en qué creen que podemos ayudarlos.

En casos difíciles debemos buscar qué hay realmente en su interior, ya que al hacer este tipo de declaraciones fuertes es porque esperan algo importante de nosotros, muchas veces buscan ayuda para no perderse en el camino, aunque a nosotros nos parezca ya tarde, nunca lo es, y si por algo lo están confesando, ayudémosles a reencontrar su camino, conversemos para hacerles ver su error con amor: insistir en pelear con ellos sólo los alejará de nuevo.

Alerta para detectar tempranamente una adicción
Te presentamos una serie de cambios que te ayudarán a detectar un proceso adictivo incluso antes de que haya realmente un problema de adicción. Sin embargo, si sospechamos que existe es importante consultar a un especialista en adicciones. Estos cambios son:

Cambios en el estado físico. Sobre todo si se le ve deteriorado, ya sea en su aseo personal, en la vestimenta o en su apariencia física.

Cambios en el estado emocional. Depresión, ansiedad, irritabilidad, poca tolerancia, impaciencia.

Cambios en el desempeño escolar. Baja de calificaciones, no entrega tareas, ausencias  frecuentes a clases, constantes riñas escolares.

Cambios en las relaciones familiares. Generalmente la dinámica familiar es afectada rápidamente ya que aumentan las discusiones o existe evasión en la comunicación, existe mayor tensión y desconfianza, aislamiento por parte del hijo con el problema.

Cambios en las relaciones sociales. Distanciamiento de buenas amistades o relaciones sanas, aparición de nuevos amigos con conductas cuestionables, cambio de hábitos en cuestión de salidas, paseos y sitios frecuentados.

Cambios en sus pertenencias. Aparición de objetos que nos parecen extraños o de origen dudoso, dinero con procedencia inexplicable, desaparición de dinero u objetos de valor en casa.

Cambios en sus rutinas. Falta de apetito o periodos de hambre excesiva, somnolencia o insomnio, fallas a compromisos familiares, responsabilidades y obligaciones.

Debemos estar atentos a lo que pasa alrededor de nuestros hijos, conocer a sus amigos, pero sobre todo conocerlos a ellos, comprenderlos, respetarlos, escucharlos pero sin dejar de poner límites, en pocas palabras debemos ser papás presentes en la vida de nuestros hijos para que sea mucho más difícil que adquieran una adicción, aunque lo mejor que podemos hacer es orar por ellos.